La pena capital, un motor literario

 

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Fuente: Excélsior / Octubre 2019

 

La tortura, la pena de muerte y el tráfico de órganos son tres de los escenarios que proyecta la novela 'Seis formas de morir en Texas', de Marina Perezagua (Sevilla, 1978), ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz a la mejor novela escrita en español por una mujer y definida por Salman Rushdie como "una de las mejores (narradoras) de la nueva generación de escritores en lengua española".

 

La novela cuenta la historia de un hombre que es ajusticiado en una cárcel china, pero sus órganos terminan dentro de una red de tráfico. Así que su corazñon es alojado en el pecho de un estadounidense. Y aunque esto pareciera un acto de justicia, según la tradición  budista, el corazón debe ser enterrado con el nuevo o jamás logrará el descanso eterno. Así comienza la vertiginosa historia donde se exponen los cabos sueltos de dos sistemas afectados: el penitenciario y el tráfico de órganos.

 

"Vivo en EU desde hace 14 años y aunque no he vivido en Texas ni he estado allí, sí conozco bastante la mentalidad gringa", explica vía telefónica la autora, quien presenta su libro en México.

 

Perezagua reconoce que desde hace mucho se ha interesado en la manera como pasa desapercibida la pena de muerte y le asombra que ya no sea un debate o que las ejecuciones ni siquiera alcanzan a ser noticia.

 

"Por eso me ubiqué en un estado en donde las ejecuciones son más frecuentes, porque en Nueva York existe la pena de muerte, pero no se aplica desde hace muchos años. Habría sido más fácil escribir desde mi perspectiva de mi vida en Nueva York, pero escribo desde escenarios que, en cierta medida, desconocidos para mi, pues me gusta la investigación y ponerme en la piel del personaje que no tiene mucho que ver conmigo", explicó la también autora de Yoro.

 

Para armar este libro, explicó, leyó muchos artículos académicos sobre la pena capital y a menudo analizaba la relación entre democracia y pena de muerte. "Me cuestionaba qué significaba para un país democrático el que miles de personas estén encerradas en jaulas y cada día haya muchas personas más ejecutaas, aunque no solo es el hecho de la ejecución, sino de las torturas a las que son sometidas durante años y que supondrían una ejecución diaria", añadió.

 

Así que la pregunta base parecía sencilla: "¿cómo es que un país que se considera del primer mundo se enfrenta a cuestiones así? Entonces tomé el tema de la pena de muerte, aunque pudo ser el de las armas o cualquier otro que tampoco se somete a debate, porque me interesaba esa dialéctiva entre la defensa de los derechos humanos y la tortura sistemática".

 

¿Por qué le interesó la relación entre un personaje chino y otro estadounidense?, se le cuestionó. "Vino como necesidad narrativa. Empecé la pena de muerte con un personaje femenino y, en un momento, necesité algo más para armar la historia y el suspense de cómo sería posible sacar a auna mujer del corredor de la muerte al margen de los  medios del sistema penitenciario: imaginé de qué manera sería posible y ahí entró la historia del escenario de China".

 

Y además, "ambos países en realidad están en un diálogo que puede ser cercano, porque en Estados Unidos el sistema de seguridad social y la sanidad es nefasto, pues si estás enfermo y no tienes dinero… te muere; es uno de los países con más muertes por parto del mundo. Y me interesaba armar este diálogo con China, pues EU lo considera un país subdesarrollado en términos éticos".

 

¿Y sobre el tráfico de órganos? "Llegó con la necesidad de la historia y me metí en un ámbito que desconocía. Pero con sorpresa empecé a informarme y a recibir documentación, a leer estudios de la ONU y de médicos contra la sustracción de órganos que entonces me pareció un mundo inverosímil".

 

¿Qué representa Robin como uno de los protagonistas? "Un personaje que podría ser culpable o inocente. Eso me resulta irrelevante, porque estoy en contra de la pena capital. Pero Robin es inocente y representa el asesinato de muchos inocentes que esperan en el corredor de la muerte o esos enfermos mentales que, constitucionalmente, no puedes ejecutar; es un corredor en donde muchos reos ni siquera saben que serán ejecutados".

 

¿Cuál es el mayor problema que halló en su indagación? "Que la mayoría es indiferente y eso es muy problemático, pues impide que exista un debate en torno a ese monstruo. A final de cuentas, sé que una literatura que anda por estos derroteros no cambiará algo, pero al menos es una queja o un derecho a no estar de acuerdo. En principio lo que me interesaba era contar una  historia de ficción que derivara en otros monstruos que tienen apego total con la realidad".

 

Lee aquí las primeras páginas de 'Seis formas de morir en Texas': https://issuu.com/editorialocanodemxicosadecv/docs/19844c?mode=embed&layout=http://skin.issuu.com/v/color/layout.xml&backgroundColor=000000&showFlipBtn=true